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Creciendo en parroquialidad mediante nuestro aporte económico.

Foto del escritor: AdminAdmin

El asistir a los servicios que una determinada parroquia le aporta a su feligresía nos empieza a convertir en parroquianos, cuando llenamos nuestro corazón con lo que la parroquia en general nos brinda. Sin embargo, seremos verdaderamente parroquianos cuando nos integremos verdaderamente a nuestra parroquia, ya sea como miembros de las fuerzas vivas de la misma, como dadores de nuestro tiempo para servir a los demás en ella y también, mediante un aspecto importante, que es nuestro aporte económico para las diversas causas que apoya y las necesidades que tiene nuestra parroquia.



Ofrendar con generosidad y no por obligación es lo que desata la abundancia que el Señor nos dará para que podamos bendecir a otros.

Hemos aprendido sobre el poder que tiene la ley de la siembra y la cosecha. Todos debemos sembrar y trabajar para recoger los frutos. Después de depositar tu semilla debes regarla, fertilizarla y cuidarla de las plagas.

En la Biblia se habla de plagas que arruinan la cosecha. Joel dice que el Señor restituiría lo que se había comido la oruga, el saltón y el revoltón; en Malaquías dice que reprendería al devorador de nuestra tierra.


Cosechar es bíblico. La resurrección fue una cosecha, así como lo es recibir a Jesús en nuestro corazón. Dios a través de sus profetas llama a la ofrenda una siembra que obtiene cosecha.

También hemos aprendido sobre la ofrenda y los diezmos que alimentan nuestras bendiciones. Ahora descubriremos el fundamento bíblico del poder que reside en la generosidad.


Diferencia entre limosna, ofrenda y diezmo.

Es importante tener claro cada uno de estos conceptos, pues se tienden a mezclar los mismos y es por ello que no se hacen adecuadamente cada una de esas acciones.

Dar a otra persona es un acto de bondad que la Biblia llama limosna. O sea que dar unas monedas a alguien necesitado, apoyarlo en una enfermedad con medicinas, llevarle comida en los momentos de hambre, eso es dar limosna. La limosna (sinónimo de "misericordia") es una ayuda voluntaria que se da a una institución o persona por caridad, sin esperar nada a cambio.

¿Cómo quiere Jesús que sea nuestra limosna? Nos dice en Mateo 6:4 “que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público.”

La ofrenda en el cristianismo es un regalo para la Iglesia puede ser de comida, ropa, dinero etc. Durante nuestra celebración eucarística, hay un momento reservado para la recolección de donaciones.


¿Qué dice la Biblia acerca de la ofrenda?

Mateo 5:23-24. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve y reconcíliate primero con tu hermano, y después de eso vuelve y presenta tu ofrenda

También hay ofrendas como un regalo especial. Se hace en adición a los diezmos y con motivos especiales. Por ejemplo, si la iglesia desea repartir regalos en navidad a familias en necesidad, puede pedir una ofrenda para cubrir los gastos, para una solemne celebración de las celebraciones litúrgicas especiales Ofrendar de vez en cuando no substituye el compromiso de diezmar.



A Dios no le importa la cantidad en sí, porque no todos tienen la capacidad de dar la misma cantidad. Cada uno llevará ofrendas, según lo haya bendecido el Señor, dice Deuteronomio 16:17. Lo que Dios busca es el acto de amor y reverencia detrás de la ofrenda. Esta fue la diferencia entre las ofrendas de Caín y Abel. Caín dio porque consideraba que era una obligación, en el sentido negativo, que tenía con Dios. Abel, no solo aparto su ofrenda para Dios, sino que se aseguró de escoger lo mejor. Abel dio con el propósito de agradar a Dios. Eso debe decir nuestro corazón.


En el nuevo testamento Jesús puso a una viuda pobre, quien solo tenía monedas de poco valor, como ejemplo de una ofrenda justa delante de Dios. De ella dijo en Marcos 12:41:43, "Les aseguro que esta viuda pobre ha echado en el tesoro más que todos los demás." Todo lo que ella tenía lo dio. Una persona no puede dar de esa forma sin tener la convicción de que Dios es fiel con los que lo aman de verdad.


¿Qué es un diezmo en la Biblia?

El diezmo es la donación de la décima parte de nuestro ingreso a la Iglesia de Dios. Este mandamiento se ha conocido desde los tiempos del Antiguo Testamento


El Antiguo Testamento habla de la disposición del corazón para entregar el diezmo, según la frase “cada uno ofrende a como dispuso en su corazón, no dando con tristeza sino con alegría”. El significado del diezmo en la biblia aparece por primera vez cuando Abram, lo entrega al sacerdote Melquisedec en una muestra de gratitud (Génesis 14:18-20; hebreos 7:4). Con el tiempo, se instruyó para todos los sacerdotes levitas e incluso se estableció como obligación o ley.

Luego, Jacob da el diezmo de todas sus posesiones al Señor. «Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.» (Génesis 28:22)



Dios no necesita nuestro dinero, porque en verdad todas las riquezas del mundo son de Él. Pero El Señor en su infinita sabiduría instituyó en su pueblo los diezmos y ofrendas para que aprendamos a no ser influenciados por el poder de las riquezas en el corazón y no codiciemos y no seamos egoístas. Por eso mantenerse generoso es una forma que el Señor prueba nuestra obediencia y fe sabiendo que Él es quién abre puertas y cierras puertas y que solo de él proceden todas las bendiciones verdaderas.

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